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Los Nuevos Cambios en Regulación de Sostenibilidad: ¿Simplificación o Retroceso?

Foto del escritor: Baladre DesarrolloBaladre Desarrollo

En los últimos años, la sostenibilidad ha ocupado un lugar central en la agenda regulatoria de la Unión Europea, con el objetivo de acelerar la transición hacia una economía más verde y responsable. Sin embargo, a medida que se implementan estas normativas, han surgido desafíos relacionados con la burocracia, la competitividad empresarial y la seguridad jurídica.

Para hacer frente a estas preocupaciones, la Comisión Europea ha presentado el Primer Paquete Ómnibus, una serie de modificaciones destinadas a simplificar y posponer algunas de las regulaciones más exigentes en materia de sostenibilidad. Pero, ¿estamos ante una evolución positiva o un retroceso en la ambición sostenible?


Contexto: de la aceleración a la recalibración

Desde la adopción del Pacto Verde Europeo, la UE ha liderado la regulación ambiental y social con normativas como:

  • CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive): exige a las empresas reportar con mayor detalle su impacto en el medioambiente y la sociedad.

  • CSDDD (Corporate Sustainability Due Diligence Directive): obliga a las compañías a evaluar y mitigar los impactos de sus operaciones y cadenas de suministro.

  • Taxonomía Europea: establece criterios para definir qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles.

  • CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono): impone tarifas a las importaciones con alto contenido de carbono.

Si bien estas normativas han elevado el nivel de compromiso en sostenibilidad, también han generado preocupaciones sobre su impacto en la competitividad europea, especialmente en comparación con Estados Unidos y China, que han optado por modelos de incentivos más flexibles.

Por ello, la UE busca ahora un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad, introduciendo cambios en la aplicación y el alcance de estas regulaciones.


¿Qué cambios introduce el Primer Paquete Ómnibus?


CSRD: Reporte de sostenibilidad

  • Reducción del alcance: Solo las grandes empresas con más de 1000 empleados y ciertos umbrales financieros estarán obligadas a reportar.

  • Postergación de plazos: La obligación de reporte se retrasa dos años para muchas empresas, iniciando en 2026 o 2027 en lugar de 2024.

  • Eliminación de estándares sectoriales: Se abandona la idea de estándares específicos para cada industria, dejando solo los criterios generales.

  • Menos carga para PYMES: Se retira la obligatoriedad de reporte para PYMES cotizadas.

CSDDD: Debida diligencia en sostenibilidad

  • Menos exigencias en la cadena de valor: Solo se exigirá supervisión sobre los proveedores directos (Tier 1), en lugar de toda la cadena de suministro.

  • Flexibilización de sanciones: Se eliminan límites obligatorios de sanciones basados en el volumen de negocios de la empresa.

  • Se pospone su implementación: La aplicación se retrasa de 2027 a 2028.

  • Menos obligaciones para el sector financiero: Se elimina la aplicación de la debida diligencia a instituciones financieras.

Taxonomía Europea

  • Mayor voluntariedad: Las empresas podrán excluir actividades no materialmente significativas de sus reportes de alineación con la taxonomía.

  • Exclusión de ciertas compañías: Se permite excluir del cálculo ciertos activos que no entran dentro del ámbito de la CSRD.

CBAM: Ajuste en frontera por carbono

  • Menos carga para pequeñas importaciones: Se exime del CBAM a empresas que importen menos de 50 toneladas anuales de CO₂, reduciendo en un 90% el número de empresas afectadas.

  • Simplificación administrativa: Se propone agilizar los procedimientos de reporte y autorización.


¿Es esto un retroceso en la ambición climática?

Los argumentos a favor de la simplificación

Desde el punto de vista empresarial, estas modificaciones pueden ayudar a:

  • Reducir la burocracia: Las empresas podrán enfocarse más en la implementación de estrategias ESG en lugar de cumplir con extensos requisitos administrativos.

  • Fortalecer la competitividad: Al disminuir costos regulatorios, las empresas europeas pueden competir mejor con actores globales menos regulados.

  • Facilitar la adaptación: Al postergar plazos y reducir obligaciones, se da más tiempo para preparar estructuras internas adecuadas.

Los riesgos de flexibilizar la normativa

Sin embargo, estos cambios también pueden interpretarse como un debilitamiento del compromiso sostenible:

  • Menos presión sobre las cadenas de suministro: Al excluir proveedores indirectos de la CSDDD, se reduce el impacto en la sostenibilidad global de las empresas.

  • Riesgo de menor transparencia: Con menos exigencias en el reporte de sostenibilidad, inversores y consumidores podrían perder información clave.

  • Señal contradictoria para el mercado: Postergar y flexibilizar normas puede generar incertidumbre y desincentivar inversiones en sostenibilidad.

El camino a seguir: de la regulación a la estrategia empresarial

A pesar de estos cambios, la sostenibilidad sigue siendo un eje estratégico fundamental para las empresas. No se trata solo de cumplir regulaciones, sino de aprovechar la transición ecológica como una oportunidad de innovación y liderazgo.

  • Las empresas deben adelantarse a la regulación: Cumplir con criterios ESG sólidos no solo reduce riesgos, sino que fortalece la confianza de inversores y clientes.

  • Mayor resiliencia frente al cambio climático: Las compañías que integren la sostenibilidad en su modelo de negocio estarán mejor preparadas para afrontar crisis climáticas y de suministro.

  • Diferenciación en el mercado: En un contexto donde los consumidores son cada vez más críticos con el greenwashing, la transparencia y la acción real marcarán la diferencia.


Aunque la UE ha flexibilizado algunos requisitos, el futuro de la sostenibilidad no depende solo de la regulación, sino del compromiso real de las empresas. Las compañías que adopten una estrategia proactiva y vayan más allá del mínimo legal serán las que lideren la transformación hacia una economía más responsable y resiliente.


¿Cómo crees que afectarán estos cambios al futuro de la sostenibilidad empresarial? Déjanos tu opinión en los comentarios.


Fuentes y documentos clave:



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